Que hay en el corazón que no deja de soñar, que a veces es tan fuerte y otras es tan dócil como las olas del mar.
Que hay en el corazón que no deja de soñar que a veces es como la roca y otras como la espuma que se desliza en curiosidad, hasta que se desvanece en su fiel andar.
Que hay en el corazón que nunca deja de soñar que confía en su paladar aún sabiendo que esté lo puede traicionar.
Que hay en el corazón que nunca deja de soñar que recuerda la tortura y se olvida de la hermosura.
Que hay en el corazón que nunca deja de soñar se pregunta el que lo escribe y no cesa de preguntar...
